Por Estefania Blotta (Villa General Belgrano)
Aquel que alguna vez hizo deporte, al nombrarlo se le vienen miles de imágenes a la cabeza. Momentos emocionantes, situaciones memorables, gente amiga. En el faustball pasa algo parecido, pero - por alguna razón – la pasión se acrecienta. No encuentro un motivo particular, sino es referirse al juego mismo, a que es un grupo de personas reducido, por lo que los encuentros se vuelven familiares y ansiados, porque cada torneo implica un viajecito, volver a encontrarse con amigos, porque el deporte es una pasión. Un amigo y jugador me decía “el Faustball no es un deporte, es un modo de vida”, y tiene razón.Cuando propuse este tema al editor, lo pensé desde el próximo torneo que tiene como sede a Villa General Belgrano, la “Faustball Fest”, pero una vez frente a la pantalla, no podía empezar con un relato informativo, sin dejar de verme como jugadora.
Cuando uno habla con un jugador, automáticamente se le ilumina la mirada, y se vuelve un niño, tenga 5 o 70 años. De no ser así en Villa General Belgrano no existirían los equipos de veteranos.Durante el mes de abril, Córdoba estuvo representada en el Campeonato Mundial Veteranos de Faustball, en Misiones. Participaron con dos equipos, en categoría Menores de 35 años y en Menores de 45. Los mismos lograron un tercer puesto en la categoría Mayores de 45 y el 11º en Mayores de 35. Enfrentándose a experimentados equipos de Brasil, Argentina, Alemania, Suiza y Austria. Quizá cuando uno lee los resultados no toma la verdadera dimensión de lo que estas posiciones significan: estamos hablando de un mundial, de que los jugadores de Villa General Belgrano dejaron sus ocupaciones y viajaron hacia Misiones, con la distancia y tiempo que este camino significa, para disputar un encuentro internacional, logrando obtener los primeros puestos.
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